jueves, 22 de julio de 2010

Pese al riesgo, los bomberos de El Seibo no tienen seguro médico

El Seibo.- Estos servidores a nivel nacional son olvidados, existen sólo cuando hay un fuego o un accidente. Los bomberos, unos héroes anónimos que arriesgan la vida para salvar a otras personas, son ignorados por el Estado, a tal punto que devengan los más bajos salarios como servidores públicos, no obstante su encomienda como parte de la seguridad ciudadana. Una realidad que muy pocos ven y cuyo trabajo sólo es valorado cuando ocurre un accidente, un fuego o algún desastre en el que tienen que entrar en acción, en la mayoría de los casos sin los recursos necesarios. Para muchos, estos hombres sólo son apaga fuegos, y se olvidan de que también tienen familias y que les asiste el derecho a una mejor remuneración económica que les permita garantizar la vida de los suyos. Con 36 años como bombero, el jefe de ese cuerpo en El Seibo, general Carlos Rafael Valera Castillo, se quejó de que esa institución ha sido olvidada, a tal punto que sus integrantes no están cubiertos por la Seguridad Social y ni hablar del pírrico salario que devengan, a nivel nacional, los bomberos. “Los cuerpos de Bomberos del país se rigen por dos leyes, una que va a cumplir 100 años y la recién creada Ley Municipal, y en ambas se deja de lado a los bomberos en cuanto a los avances y mejoría de salarios e integración a la Seguridad Social”, dijo. Es por ello que sugiere la unificación de todos los bomberos para la creación de una ley que pudiera ser una Dirección General de Bomberos, que dé respuestas a sus necesidades humanas y de trabajo. “Creo que bien pudiera hacerse un proyecto de ley para impulsar el desarrollo y beneficios de los más de 15 mil hombres y mujeres que componen los 162 cuerpos de bomberos que hay a nivel nacional”, indicó. Considera que los bomberos, como parte viviente de la seguridad nacional, requieren de una mejor condición de vida, que a esas instituciones se les dote de los recursos mínimos para trabajar. Entiende necesario una carrera que garantice el servicio, ya que cuando están viejos o enfermos simplemente se van sin nada. “Lo mismo ocurre en el aspecto de capacitación, porque no existe una motivación, ya que no tienen ninguna recompensa. Si prevenimos los incendios, los accidentes y algunos desastres en infraestructuras, por lo menos esa labor debe estar acompañada de una mejor atención económica y de logística”, dijo. El jefe de los bomberos de El Seibo dijo que esa situación ha hecho que desaparezcan aquellos bomberos románticos, porque no existe la motivación para que se dediquen sólo a su trabajo de 24 horas, sin vacaciones y bajo riesgos. Valera narró que duró con las piernas inhabilitadas por dos meses al ser chocado por un motor luego de terminar una labor de rescate de un accidente y que nunca recibió ni un medicamento. “Cumplimos con orgullo nuestra labor, pero creemos que los bomberos, especialmente los que viven en pueblos, merecen ser tomados más en cuenta en el aspecto humano”, dijo.

Fuente: Roberto Gil

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